Introduction
La industria hotelera, por su naturaleza, opera sin pausas, atendiendo a huéspedes las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Sin embargo, la reciente reforma laboral en Colombia plantea cambios que podrían alterar significativamente esta dinámica. Con la modificación de los horarios de recargo nocturno y dominical, los costos operativos de los hoteles podrían incrementarse, afectando su rentabilidad y sostenibilidad.
Cambios en los recargos: un nuevo escenario laboral
La reforma laboral propone que la jornada nocturna comience a las 7:00 p.m., en lugar de las 9:00 p.m., manteniendo un recargo del 35% sobre el valor ordinario de la hora laborada. Además, el recargo por trabajo en domingos y festivos aumentará progresivamente del 75% al 100% para 2027.
Estos cambios representan un incremento directo en los costos laborales para sectores que operan continuamente, como la hotelería. La necesidad de personal durante las noches y fines de semana es inherente al servicio hotelero, lo que significa que estos recargos adicionales impactarán significativamente en la nómina.
Impacto financiero en la operación hotelera
La hotelería es una industria con márgenes ajustados y una alta competencia. El aumento en los costos laborales debido a los nuevos recargos podría reducir la rentabilidad de los hoteles, especialmente aquellos que no pueden trasladar estos costos adicionales a los clientes sin afectar su competitividad.
Además, la incertidumbre sobre futuras modificaciones laborales genera cautela entre los inversionistas, lo que podría ralentizar el desarrollo de nuevos proyectos hoteleros en el país.
Comparaciones internacionales: lecciones de otros mercados
En países como España, la legislación laboral permite cierta flexibilidad en sectores como la hotelería, reconociendo su necesidad de operar continuamente. Esto incluye acuerdos específicos sobre recargos y horarios laborales que equilibran los derechos de los trabajadores con la viabilidad económica de las empresas.
Colombia podría considerar modelos similares, adaptando su legislación para reconocer las particularidades de sectores que, por su naturaleza, requieren horarios extendidos y trabajo en días no laborables.
Adaptación y resiliencia: el camino a seguir
La industria hotelera ha demostrado históricamente una gran capacidad de adaptación frente a cambios económicos y sociales. Ante los nuevos desafíos que presenta la reforma laboral, es esencial que el sector busque estrategias para optimizar sus operaciones, como la implementación de tecnologías que mejoren la eficiencia y la renegociación de acuerdos laborales que consideren las nuevas condiciones.
Asimismo, es crucial que el diálogo entre el sector privado y el gobierno continúe, buscando soluciones que protejan los derechos de los trabajadores sin comprometer la viabilidad de las empresas que generan empleo y desarrollo económico.
Conclusion
He sido testigo de cómo la hotelería se adapta una y otra vez. Hemos sobrevivido a crisis económicas, a pandemias, a cambios tecnológicos y a transformaciones sociales profundas. Pero cada una de esas transiciones ha requerido algo indispensable: condiciones que permitan seguir operando.
La reforma laboral que se está debatiendo tiene buenas intenciones, pero en la práctica, puede llevar a lo contrario de lo que busca. En industrias informales, probablemente se incentive aún más la evasión y la contratación sin garantías. Y en la hotelería —especialmente en los hoteles que ya operan con márgenes estrechos— el resultado más probable es una reducción de nóminas para sostener la operación. No porque se quiera, sino porque no hay otra opción.
Como sector, debemos adaptarnos, claro. Pero también debemos tener voz para advertir cuándo las reglas nuevas pueden llevarnos al límite. Proteger al trabajador implica, también, proteger los empleos que existen y los que podrían crearse en el futuro.
Alejandro Gonzalez
Founder of Blackroom
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